Hacia donde llevamos nuestra sociedad...
El otro día leía el diario la estrella.
Siempre me fijo en las noticias interesantes que no ocupan mucho espacio, esas que más bien son para rellenar espacio.
Me fijo en estas, por que personalmente, son puestas ahí por interesantes y distractivas, pero siempre poseen un trasfondo bien interesante y digno de analizar. (Por eso aconsejo leer más que su cabezal).
Entonces me fije en un titular: “70% de los chinos adolescentes odian a sus padres”, uyy!! Que fuerte eso, entonces leí y mostraba como ciertos porcentajes los detestaban, otros los querían muertos y los demás no los soportaban. Y la razón de esto era por la sobre exigencia que les ponían en sus deberes académicos, los cuales podían ser excelentes pero nunca suficientes.
Entonces analizando la problemática social, siempre hablamos de las sociedades orientales como modelos a seguir, lo cual no digo que no lo sean, de hecho comparto con mis amigos interesante información, como: las habilidades con las que sale un oriental del colegio alrededor de los 18 años, casi 3 veces mas que las de un chileno, el modelo excelente de educación que poseen ellos y muchos avances los cuales nos llevan kilómetros de ventaja y nos pone a todos en peligro debido a la fuerte globalización y a la competencia laboral ahora y cada día mas, de carácter internacional.
Por lo mismo, sabiendo y admirando todas las habilidades de esas naciones, me sorprendió esta noticia, ya que el único 30% que no odia a los padres es al que no le exigen y el cual no es competitivo, para todo el resto, no les queda mas que prepararse para una terrible selva laboral, a la cual los padres los entrenan, pero desde ya implantándoles un profundo odio, que se va transformando, pero no desapareciendo
Por eso pienso que una sociedad se construye a base de esfuerzos, sacrificios y por sobre todo rigurosidad, pero nunca sobrepasando los limites del abuso y sobre exigencia que a ese paso terminaran por destruir a las grandes superpotencias por si mismas, dejándolas llenas de ciudadanos rencorosos, hostiles y sobre explotados.